miércoles, 14 de marzo de 2012

Agujero negro en la FIFA

Agujero negro en la FIFA
Cuatro altos dirigentes con más de 20 años en sus puestos han renunciado al organismo por escándalos de corrupción


POR JC VARGAS

Las palabras "corrupción", "renuncia", "tráfico de favores" y "traición" suelen flotar en torno a los pesados dirigentes del fiítbol internacional, aquellos que han estrechado la mano de Joseph Blatter presidente de la FIFAy que en alguna ocasión han intentado arrebatarle el balón. El último en caer en la tentación -y renunciar tras el intentoes el brasileño Ricardo Teixeira, quien el lunes argumentó dimitir a la presidencia de la Confederación Brasileña de Fútbol "por motivos de salud", en medio de acusaciones de corrupción.

La cola es larga y amenaza con crecer: Teixeira, Havelange, Warner, Blazer y Hammam hicieron huesos viejos e inflaron sus cuentas bancarias en el nombre de sus respectivas federaciones. Todos con más de 20 años en el poder y renunciando antes de que sus "pecados" les impusieran alguna penitencia.

Julio Grondona, el argentino, podría ser señalado por enriquecimiento ilícito. Aunque el presidente de la AFA es de los consentidos de Sepp Blatter, quien se ha sacudido cuanta acusación llega a sus oídos. Es el padre de una familia señalada.

A la diestra del suegro

Teixeira, de 64 años de edad, vivió los últimos 23 al mando de la CBF, con un Mundial en puerta y las intenciones de mandar en la FIFA después de Brasil 2014. Sin embargo, el yerno de Joao Havelange ha sido acusado de recibir soborno -junto al propio Havelangepor la desaparecida empresa de marketing deportivo ISL, que pagó 50 millones de dólares al ex presidente de FIFA y nueve a Teixeira, por tener el control de los derechos de transmisión y contratos e patrocinio de varias Copas del Mundo.

Andrew Jenning, periodista de la británica BBC y autor del libro "Juego sucio" hace mención en sus textos sobre las ganancias de estos directivos brasileños, en denuncias que se remontan a 2010. Teixeira fue investigado por apropiación indebida de fondos, lavado de dinero y ocultamiento fiscal, a raíz de las relaciones de la CBF con Nike, entonces patrocinadora de la selección brasileña. Todos los procesos fueron archivados.

Fácil entender que tener como suegro a Joao Havelange pone a cualquiera a la cabeza de cualquier empresa brasileña. Sin embargo, el propio Joao no se ha librado de acusaciones ya mencionadas, además de tráfico de armas y droga. Havelange amenazó con excluir a Brasil del Mundial de 2002, luego de que fuera interrogado por su gobierno por haber recibido, presuntamente, dinero y terrenos por parte de la dictadura militar encabezada por Jorge Videla en los años 70.

Joao duró 24 años al frente de FIFA y hasta diciembre de 2011 era miembro del Comité Olímpico InternacionaL puesto al que renunció antes de enfrentar una suspensión por el caso de corrupción ya comentado. Como se da en estos casos, con su renuncia el COI abandona cualquier señalamiento y pesquisa.

Warner, Blazer y el otro

Los escándalos de la FIFA no ^ tienen delimitaciones geográficas. Otro de los casos más sonados ñie el que se dio en la Concacaf, donde su presidente Jack Warner apostó por el qatarí Mohamed bin Hammam para sustituir a Blatter y dicha "traición" le costó abandonar el cargo antes de enfrentar a las leyes por acusaciones de soborno.

El que lo señaló ñie el estadunidense Chuck Blazer, quien fiel a Blatter denunció que el trinitario Warner y el qatari Hammam ofi-ecieron 40 mil dólares a cada federativo caribeño que votara a favor de Hammam para arrebatar la FIFA al suizo Blatter. Jack y Mohamed decidieron hacer mutis, dejando la vía Hbre a Sepp para ligar su cuarto mandato en la Federación Internacional de Fútbol.

En febrero de este año la Federación de Fútbol de Trinidad y Tobago dijo desconocer el paradero de 750 mil dólares destinados para ayudar a los damnificados del terremoto de Haití en 2010 y que eran administrados por el ex vicepresidente de FIFA, Jack Warner. Las autoridades haitianas afirman que sólo recibieron 60 mil dólares y FIFA congeló las cuentas de la federación trinitaria hasta que se aclare el asunto. Y, como los personajes ya mencionados, Jack no puede ser castigado por FIFA, porque el rico ex directivo ya no pertenece a la familia.

Bin Hammam tenía el apoyo de directivos como Teixeira y Warner, entre otros "disidentes", contaba con nueve años como presidente de la Confederación Asiática de Fútbol y 24 al mando del fútbol en Qatar. Hoy está fuera de cualquier vínculo futbolístico, aunque también fuera de todo cargo.

Chuck Blazer, quien era secretario general de Concacaf, amigo de Blatter y dedo acusador de la dupla WarnerHammam, tuvo que renunciar "voluntariamente" al cargo, tras confesar presión por parte de la Femexfut (Justino Compeán) y Televisa.

Informes en Honduras establecen que al estadunidense le dieron la opción de tener una salida decorosa, luego de que se le abrió un enorme expediente de actos de corrupción. Uno de ellos son las investigaciones contra Blazer y su hijo por el cobro del 10 por ciento de comisión de todas las operaciones realizadas por la Confederación Centroamericana de Fútbol desde que llegó al cargo en 1990. También se le adjudica recibir unos pagos por cerca de 500 mil dólares (1996) por parte de su presidente Jack Warner. EUo en una cuenta en un banco de las Islas Caimán. Blazer argumenta que dichas acusaciones son en represalia por denunciar a su ex amigo, Warner, antiguo presidente de la Concacaf

¿Sigue Grondona?

Julio Grondona lleva 33 años como dueño del fútbol argentino. Llegó al mando en época de la dictadura militar y supo acaparar poder dentro de FIFA convirtiéndose en vicepresidente del Comité Ejecutivo, presidente de las Comisiones de Finanzas y de Consejo de Mercadotecnia y Televisión y vicepresidente de la Comisión Organizadora de la Copa Mundial.

Sin embargo, periodistas argentinos publicaron desde 1998 algunos nombres de empresas vinculadas a Grondona, su hijo Julio Ricardo, el marido de su hija Liliana (Genaro Aversa) y otros amigos que han salido beneficiados. A Grondona se le adjudican edificios en Avenida Libertador, terrenos en Avellaneda, estaciones de servicio, funerarias y acciones en otras empresas. Lo anterior lo describe el periodista Ariel Borenstein en su libro "Don Julio".

Sus problemas rebasan fronteras. El periodista inglés Andrew Jennings (El señor de los aros), publicó un libro titulado "Tarjeta Roja", en donde denuncia sobornos, manipulación de votos y escándalos de Grondona, Blatter y Joao Havelange. Ahí escribe que Grondona es uno de los dos únicos individuos que saben cuánto gana Joseph Blatter. El otro es Jack Warner.

El poder de Blatter

A todo esto, uno se pregunta qué ocurre con el suizo Sepp Blatter, presidente de un organismo envuelto en escándalos y que sin embargo no se mancha. A Joseph lo acusó el qatarí Mohamed bin Hammam de estar enterado de los pagos del asiático a algunas asociaciones caribeñas, pero no lo había comunicado a la Comisión de Ética de FIFA. Dicha comisión decidió suspender a Mohamed (él ya había renunciado) por infringir el código ético del organismo. Ahora bien, refiriéndose a su presidente Blatter, todas las acusaciones fueron desestimadas por completo, al determinar que no se había cometido infracción alguna.

Sepp Blatter cumple su cuarto mandato al frente de FIFA (20112015) y sin un rival que levante el dedo acusador.

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